Si se sienta a la mesa del restaurante Catedral 1951, en pleno centro de la ciudad, y se deja envolver por su confortable atmósfera, verá desfilar el bullicio de la vida de Barcelona a través de sus grandes ventanales.
La plaza de la Catedral y las imponentes agujas góticas de su fachada, son un marco perfecto para saborear su variada carta de cocina de mercado, con un toque innovador y creativo. ¡Por no hablar de su exquisita presentación!
Además, el restaurante del Hotel Colón dispone también de un cuidado menú diario, con una relación calidad-precio insuperable.